Actualmente, la situación de vulnerabilidad de los inmigrantes venezolanos desde el brote de la COVID-19 es la misma de cuando decidieron emigrar de Venezuela
e incluso se ha incrementado, debido a la paralización de muchos sectores de la economía en todos los países
Muchos han perdido sus trabajo – principalmente en el mercado laboral informal, – y al no contar con los recursos económicos para alimentarse
pagar un arriendo y no tener acceso a programas de apoyo e inclusión, están tomado la difícil decisión de retornar a Venezuela, sin estar interesados en regresar.
También se ha incrementado la discriminación y estigmatización, no tienen acceso a atención médica
y están más expuestos a la violencia en todas sus manifestaciones, violencia de género, explotación, tráfico de personas y abusos (ONU, 2020a).
Esta lamentable situación, los expone a riesgos tan graves como contraer la COVID-19, como en el caso
de los migrantes en condición de mendicidad, hacinados, sin poder comprar y usar el tapabocas y sin agua para el aseo y lavado constante de las manos.
La mayor migración del mundo
Es importante destacar que la movilidad humana venezolana puede convertirse en la mayor del mundo
si se superaran las cifras de movilidad forzada post pandemia en comparación con países que se encuentran en conflictos bélicos.
Es decir, la emigración venezolana no se va a detener hasta que no mejoren las condiciones de vida de los venezolanos.
Por lo tanto, esta situación de los inmigrantes venezolanos debe ser analizada en términos de cifras de la migración internacional venezolana
comparada con países con o sin guerras, sus causas, también en términos de respuesta internacional y frente a la interrogante
Historias de inmigrantes venezolanos
Christian Sánchez llegó de Venezuela a la Argentina hace tres años. Es licenciado en enfermería y junto con colegas
de su tierra fundó la Asociación de Enfermeros Venezolanos, que procura lograr la inserción social, científica y laboral de estos profesionales en su nueva patria.
“Estamos muy agradecidos con la Argentina, que nos ha abierto las puertas de una manera increíble”,
le contó Christian a la OIM durante una jornada informativa sobre derechos y trámites organizada en la Ciudad de Buenos Aires, especialmente dirigida a venezolanos.
“Tenemos muchas expectativas en la República Argentina. Como representante de la comunidad venezolana, quiero dejarles saber que vinimos a este país a trabajar, a sumar un cambio positivo”, afirmó Christian.
Yucarlis Iguaro salió de la localidad de San José de Tucupita, del Estado de Delta Amacuro en Venezuela, con su hijo, madre, tía y prima en dirección a Pacaraima, en Brasil.
El viaje fue largo, cuenta. Al llegar, la OIM, conjuntamente con otros socios humanitarios, y con el
apoyo financiero de sus donantes, le brindaron asesoramiento para acceder a la documentación necesaria para regularizarse en Brasil.
Estuvieron hospedados en un albergue hasta que se concretó la oportunidad de viajar a Boa Vista.
“Ojalá podamos ayudar a nuestra familia en Venezuela. Mi mamá se volvió allá para estar con mi papá, hermanos y tíos.
En Brasil, quedamos mi esposo, mi hijo y yo”, le relató a la OIM. Su destino final será la ciudad de João Pessoa.
“Nos dijeron que allá hay muchas oportunidades de trabajo. Ahí nos van a ofrecer estadía, al menos hasta que consigamos empleo y nos podamos independizar.
Quiero tener una vida estable y darle buena educación a mi hijo. Algún día, quisiéramos retornar a Venezuela”, nos contó.
La familia venezolana migrando
Daiana Herrera salió de la ciudad de Maracay del Estado de Aragua, Venezuela, junto a su esposo y sus dos hijos. Tras un largo viaje, llegaron a Boa Vista, Brasil
donde vivieron en casas de amigos y conocidos. Con la ayuda de la OIM, conjuntamente con otros socios humanitarios,
y con el apoyo financiero de sus donantes, la familia recibió acompañamiento psicosocial y orientación para acceder a la regularización.
“Nos brindaron ayuda por tres meses hasta que salió este viaje a Paraíba que estábamos esperando.
Busco otra oportunidad de vida para mi familia. Espero encontrar un trabajo y que mis hijos tengan una buena educación”, nos contó Daiana.
Redactado por MonitorDolar con información de UniversidadSimónBolivar