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Gastritis: todo lo que debes saber

La gastritis es la inflamación aguda o crónica de la mucosa que recubre las paredes del estómago.

Puede estar producida por diversos agentes, como la ingesta de ciertos medicamentos o la infección por la bacteria Helicobacter pylori.

Puede causar molestias importantes, pero en muchos casos es asintomática.

Se trata de una patología muy frecuente. «Su prevalencia en la población adulta mayor de 50 años supera el 50%»,

expone Ángel Lanas, jefe de grupo del Centro de Investigación Biomédica en Red de

Enfermedades Hepáticas y Digestivas (Ciberehd) en la Fundación Instituto de Investigación Sanitaria de Aragón.

 

Causas de Gastritis

Las causas que pueden provocar la inflamación del revestimiento del estómago son:

  • Algunos fármacos, como ácido acetilsalicílico, el naproxeno o el ibuprofeno.
  • Infección del estómago con la bacteria Helicobacter pylori.
  • Abuso de alcohol o ingesta de sustancias corrosivas, como algún tipo de veneno.
  • Ingesta de alimentos picantes.
  • Consumo de cocaína.
  • Fumar.
  • Reflujo de bilis hacia el estómago o reflujo biliar.
  • Trastornos autoinmunes.
  • Infección viral, sobre todo en personas con déficits en el sistema inmunológico.
  • Estrés excesivo.

Otras causas menos comunes que pueden causar gastritis son el hecho de haberse sometido a una cirugía mayor o sufrir alguna enfermedad gástrica que pueda inflamar la mucosa del estómago.

 

Síntomas

Aunque en muchas ocasiones esta patología no presenta síntomas, las personas que la sufren pueden experimentar las siguientes molestias:

  • Ardor de estómago.
  • Dolor abdominal.
  • Náuseas y vómitos.
  • Acidez de estómago.
  • Aerofagia.
  • Ausencia de hambre o inapetencia, que en ocasiones puede producir pérdida de peso.
  • Heces de color negro y vómitos con sangre, en el caso de que la gastritis cause sangrado en el revestimiento del estómago

 

Prevención

La prevención de la gastritis pasa por evitar el uso de las sustancias que pueden inflamar la mucosa del estómago.

Evitar el uso prolongado de medicamentos como el naproxeno, el ibuprofeno o el ácido acetilsalicílico,

así como reducir o suprimir la ingesta de alcohol y de comidas que puedan irritar el revestimiento estomacal,

evitará que se desarrolle una gastritis causada por este tipo de agentes.

Las gastritis por Helicobacter pylori se previenen combatiendo esta infección que, tal y como explica Ángel Lanas,

«se adquiere en la infancia en la gran mayoría de los casos y ya acompaña a la persona

infectada hasta el final de la vida, salvo que se elimine mediante tratamiento antibiótico específico».

 

Tipos de gastritis

La gastritis se puede clasificar según la duración de la patología y según sus síntomas y consecuencias. Según la duración, la gastritis puede ser:

Gastritis aguda: Una gastritis es aguda cuando dura algunos días y desaparece cuando lo hace el agente causante.

La gastritis aguda suele estar causada por el consumo prolongado de algunos fármacos, como el ibuprofeno, la ingesta excesiva de alcohol o el estrés.

Gastritis crónica: Se produce cuando la enfermedad dura meses o incluso años. La principal causa de la gastritis crónica es la infección por la bacteria Helicobacter pylori.

También puede deberse a una alcalinización del pH del estómago que se origina por el reflujo biliar.

Según la sintomatología y las consecuencias que pueda acarrear, la gastritis también se puede clasificar en:

Gastritis erosiva: Se produce cuando se origina una ulceración en la mucosa del estómago

debido a la debilidad de las mucosas que las protegen, que dejan pasar los ácidos.

Tiene una gran relación con el abuso de tabaco y alcohol. Las erosiones pueden llegar a producir sangrado.

Gastritis atrófica: En este caso la capa protectora del estómago resulta afectada, incrementando el riesgo de sufrir cáncer de estómago.

La causa más común de afectación de esta capa es la presencia de la bacteria Helicobacter pylori.

La gastritis atrófica presenta otro tipo de síntomas, además de los comunes, como anemia, déficit de alguna vitamina o mala absorción de los nutrientes durante la digestión.

 

Diagnóstico

Entre las pruebas y exámenes que se pueden realizar para detectar una gastritis se encuentra el análisis de sangre,

con el objetivo de analizar el nivel de glóbulos rojos y detectar una posible anemia

que puede derivar en un debilitamiento del revestimiento del estómago.

La gastroscopia permite comprobar el interior del estómago y el estado de las mucosas.

El análisis de heces sirve para verificar si hay sangrado, que puede ser un signo de hemorragia

digestiva causada por gastritis, y también para detectar la presencia de la bacteria Helicobacter pylori.

 

Tratamientos

La sustancia o afección que causa la inflamación de la mucosa del estómago será el factor del que dependa el tratamiento.

Aunque lo normal es que la gastritis se cure cuando desaparezca el agente causante, en ocasiones, dependiendo de la incidencia de los síntomas

y de la gravedad de la enfermedad, se utilizan algunos medicamentos, como antiácidos e inhibidores de la bomba de protones, que reducen la cantidad

de ácido gástrico producido por las glándulas que cubren las paredes del estómago, como omeprazol, pantoprazol o esomeprazol, entre otros.

En la mayoría de los casos el tratamiento con fármacos sólo es necesario cuando hay infección bacteriana.

Para la gastritis por infección por Helicobacter pylori, el tratamiento eficaz es una combinación de diferentes antibióticos.

 

¿Alimentos prohibidos para la gastritis?

Existe mucha confusión en torno a la dieta de las personas con gastritis y, tal y como indica Ángel Lanas,

Deberán ser los médicos y los dietistas-nutricionistas los que determinen, en cada caso concreto, las pautas a seguir.

A título meramente orientativo, estos son algunos de los alimentos que se asocian a un empeoramiento de las molestias digestivas relacionadas con la gastritis y otras patologías:

  • Algunas verduras y hortalizas: En especial aquellas consideradas flatulentas, es decir, que pueden provocar gases, como el brócoli, la coliflor o los pimientos.
  • Frutas ácidas o poco maduras: Sobre todo los cítricos, como el limón o el pomelo.
  • Lácteos enteros: leche entera, la nata y el queso curado.
  • Carnes ricas en grasas: Principalmente los embutidos, como el chorizo o el salchichón.
  • Bebidas con gas: Las bebidas carbonatadas no están recomendadas en estos casos.
  • Bebidas con cafeína: Como el café o el té.
  • Salsas y condimentos picantes: La ingesta de alimentos y condimentos picantes es una de las causas que puede producir gastritis.

 

Alimentos recomendados para la gastritis

Los alimentos que se relacionan con menores molestias digestivas son los siguientes:

  • Pasta y arroces.
  • Pan blanco.
  • Verduras cocidas.
  • Pescados.
  • Productos lácteos desnatados.
  • Bebidas sin cafeína.
  • Carnes magras, como pollo, pavo o conejo.

 

Redactado por MonitorDolar con información de Cuidateplus

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