La hiperinflación que afecta a Venezuela ha obligado a gran parte de la población a cancelar bienes y servicios en monedas fuertes. Proceso que se conoce como “dolarización”.
La dolarizació cuenta, hasta cierto punto, con permiso por parte del Estado.
En noviembre del año 2019, Nicolás Maduro indicó que la “dolarización» permitiría la recuperación de las «fuerzas productivas del país”.
Meses después, señaló que la medida ha sido positiva ya que ha «permitido un respiro en la economía».
“La decisión fue correcta, la economía de resistencia se ha venido autorregulando y se han generado nuevas oportunidades de negocios en divisas convertibles, fundamentalmente en dólares” dijo Nicolás Maduro
“Todos los dólares que antes aportaba el estado por la renta petrolera, ahora los aporta la empresa privada”, agregó.
Maduro está consciente de que el uso de divisas podría generar mayores brechas de desigualdad en el país.
Para supuestamente evitarlo, expuso que el Petro es la solución para prevenir que se genere una sociedad desigual.
“Estoy consciente de las desigualdades que ese proceso de dolarización genera (…) el Petro es la solución para que no surja una sociedad desigual entre los que tienen divisas y los que no tienen”, dijo Maduro.
¿Dolarización, alegría efímera?
La administración de Maduro ejecuta una reforma tributaria que ha sido considerada inconstitucional e ilegal por no haber sido aprobada por la Asamblea Nacional.
Esta reforma plantea que cada vez que los venezolanos utilicen las divisas como forma de pago en cualquier comercio, deberán cancelar dos impuestos.
De acuerdo con la reforma que fue aprobada por la ANC a la Ley de Impuesto al Valor Agregado, el gobierno cobrará un IVA por las compras de bienes y servicios que van entre el 8% y 16,5%
Pero, además, se cobrará una tasa de entre 5% y 25% sobre el total de la compra si el pago es realizado en moneda extranjera.
Con redacción de MonitorDolar e información de France.24